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miércoles, 29 de octubre de 2014

SÍ, el Mar

Jorge Siles Salinas
(La Paz, 28 de octubre de 1926 − 22 de octubre de 2014) Fue  escritor, profesor universitario y diplomático boliviano. Fue un reconocido historiador especializado en la independencia de Bolivia y la cuestión marítima con Chile En 1986 el gobierno de Paz Estenssoro le ofreció a Siles Salinas el cargo de Cónsul General en Santiago de Chile, con la misión de crear las condiciones de negociación y una propuesta a Chile que tenga posibilidades de ser discutida. La compleja tarea culminó con la elaboración de una propuesta que fue presentada a Chile en abril de 1987 en Montevideo. Esta consistía en la cesión de una franja en la línea fronteriza de Chile y Perú, además de enclaves en la costa chilena. 
PROLOGO DEL LIBRO: "Sí, el Mar" Plural Editores, La Paz Bolivia, mayo 1012
Octavio Paz, he recogido en una página de La llama doble un breve texto del Ulises , que expresa con la expresión afirmativa de la que me valgo para dar título a esta obra: "Sí, el mar carmesí, a veces como el fuego y las gloriosas puestas de sol..." Me atrae la sílaba acentuada, el signo positivo, de aceptación y certeza, que en la cita transcrita por dicho autor antecede a la palabra mar.

Los bolivianos nunca podremos pensar en el mar, escuchar la resonancia de esta palabra, concebir las imágenes que se vinculan a su extensión ilimitada sin sentir que de esa voz surge para nosotros una necesidad vital, algo como una gravitación espiritual que nos lleva de los Andes al Pacífico, a la vecindad con los pueblos hermanos.
La evocación del litoral que perdimos y del que nos separan mas de ciento treinta años de dolorosa segregación, provoca en nuestra conciencia no una actitud resignada, fatalista, de mera frustración o desistimiento, sino la que corresponde a una moral de perseverantes y valerosos sostenedores de  un ideal.
La única respuesta que cabe en el ánimo boliviano es la de un Sí seguro, abierto a la confianza en una solidaridad que no podrá  faltar, que tendrá que imponerse por la fuerza de un destino histórico que abraza a todos los pueblos de Ibero América.
Ese Sí es una respuesta a nosotros mismos, para afianzar una voluntad y una vocación que nos mueve a desconocer un enclaustramiento que no merecemos, que no se justifica en el tiempo de la integración y del reconocimiento de una comunidad entre pueblos poseedores de un mismo origen y de una misma cultura.
Y es también una respuesta a quienes no nos entienden, a quienes se empeñan en mantener una postura de obcecación, esto es,  de ceguera y confusión ente lo que es evidente: Bolivia tuvo mar y no renunciará jamás a la idea de volver a tener acceso a la costa, por los medios superiores de la negociación, el entendimiento, la conciliación de intereses
El desgarramiento con que Bolivia siente su ausencia del mar tiene en la voz poética de Oscar Cerrudo una expresión tan noble como inspirada. Dice así el versos conciso, admirable de uno de sus "CATARES":
Mi patria tiene montañas,
no mar:
Olas de trigo y trigales,
no mar:
Espuma azul de pinares,
no mar:
Cielos de esmalte fundidos:
no mar:
Y el eco ronco del viento
sin mar
No se puede leer sin estremecimiento  ese "no mar" con  que terminan las cuatro primeras estrofas. La realidad de esa negación, junto a la afirmación de lo que nuestro paisaje encierra -montañas, trigales, pinares, un cielo  que funde el color de los minerales- revela al mismo tiempo la nostalgia de lo que  fue desprendido de la antigua entidad patria: olas, espuma, azul de mar y su cielo. Pero, por encima de todo, se levanta el "coro ronco del viento", la protesta, la voz unánime de un pueblo que se niega a vivir "sin mar".
Al "no", al "sin" de la privación de lo que nos es vital, contesta el "Sí" de nuestra voluntad de volver a las rutas oceánicas, haciendo nuestra exclamación baudeleriana según la cual el mar es un símbolo máximo de libertad: "Hombres libres, ¡tú siempre amarás el mar!"
Advirtamos que,  en el poema de Cerruto, cargado de simbolismo, ese escueto "sin mar" del último verso tiene la consistencia oscura, hiriente, de un rechazo como un "sin más" inapelable, contrapuesto desde fuera de la voluntad patriótica de los bolivianos. La expresión negativa con que  termina bruscamente el poema se  cierra como un muro, interrumpiendo ásperamente la secuencia del verso.
No de otra manera percibimos esa frase reiterativa que suele venir de la Chancillería Chilena: "entre Bolivia y Chile no hay ningún problema pendiente". No puedo negar que ese concepto, tan rudamente enunciado por lo general, me duele hondamente cada vez que llega a mi conocimiento, dado los vínculos que me unen a ese país, donde he vivido, formado mi familia, enseñando y trabajando.
En diversas ocasiones he manifestado, que, a mi parecer, Chile ha desarrollado una política internacional inteligente en todo los campos de su actuación diplomática menos en el que concierne a Bolivia, punes no siendo demasiado difícil hallar  una solución al problema de nuestra salida al mar, no ha prevalecido, desde el lado chileno, la visión razonada y la justa estimación de los elementos que entran en juego en este asunto tan grave y delicado. De nuestra parte, no podemos dejar de reconocer que nuestros errores han sido múltiples en el manejo del primordial problema marítimo, causando no poco daño al encuentro de una solución justa.
En todo caso, puede afirmarse con seguridad que Chile tendría en Bolivia, sin excesivo costo, el país más amigo si estuviera dispuesto a ceder en la postura anacrónica   de intransigencia que en forma predominante han asumido sus círculos gobernantes hacia la nación boliviana.
Bolivia no puede vivir condenada a la mediterraneidad perpetua. El egoísmo no debe prevalecer eternamente para cerrar el paso de nuestro país al mar. Repito que no es inteligente, no es razonable persistir en el desatino estribillo de  que "no existe problema pendiente" entre uno y otro país. Ante una cuestión inobjetable, reconocida múltiples veces por la naciones de América, no cabe inhibirse, cerrando los ojos a la  realidad. No han faltado, por cierto, los casos de estadistas chilenos que han reconocido palmariamente la necesidad de dar una solución definitiva al problema de acceso de Bolivia al Pacífico: Emilio Bello Codesido en 1920; Agustín Edwards, en  1921; en ese mismo año, Arturo Alessandri; Luís Izquierdo, en 1923; Jorge Matte, en 1926, y muchos otros en tiempos mas cercanos, como la nota del Canciller Horacio Walter Larraín, en 1950, se han puesto en esa línea, la de la solidaridad y la justicia. La negociación de 1975 avanzó hacia el punto de que Chile y Bolivia llegaron a un acuerdo previo para la cesión de un corredor al norte de Arica. En 1986-87 surgieron justificadas esperanzas de alcanzar un entendimiento, después de que Chile y los otros países fronterizos, Argentina y Perú, acababan de resolver favorablemente los problemas graves que entre ellos se habían suscitado.
No se ha pretendido en Bolivia, ni en 1975 ni en 1987, desconocer el tratado de 1904, ni nadie busca tal objetivo ahora. La demanda boliviana apunta  clara y precisamente sobre un corredor al norte de Arica, con arreglo a las cláusulas del Tratado de 1929 entre Chile y el Perú, no teniendo nada que ver esa demanda con lo que se determinó en 1904. Tal vez no se ha observado suficientemente que el art. lº del Protocolo complementario del Tratado de 1929, en el cual se establece que "los gobiernos de Chile y del Perú no podrán, sin previo acuerdo entre ellos, ceder a una tercera potencia la totalidad o parte de los territorios que quedan bajo sus respectivas soberanías", encierra una alusión clarísima a Bolivia de la que se desprende una visión dirigida hacia el futuro, en la que los dos países firmantes del acuerdo dejan entreabierta una posibilidad de cesión de territorio  a nuestro país, mediante un acuerdo mutuo, indudablemente con la mira de dar un acceso, eventualmente, a esa "tercera potencia", al Pacífico. Esas palabras, lejos de apuntar a una situación de inmovilismo y de estancamiento definitivo, tienen un sentido de dinamismo, por decirlo así, dirigido a una circunstancia futura para dar una expectativa cierta a la tercera nación que no había sido tenida en cuenta en el reparto de Tacna y Arica, ¿No sería junto pensar que "ese momento futuro" ya ha llegado y que es hora de poner en aplicación y hacer explícito lo que implícitamente quedó estipulado en 1929?.
La negación es, indudablemente, la calve para un entendimiento que satisfaga los intereses de las partes. Con relaciones diplomáticas o sin ellas es posible entablar el dialogo que permita alcanzar la concordia definitiva. Chile, Bolivia y Perú (puesto que también esta nación, junto a la nuestra vivió parte de su historia, debe decir su ultima palabra), tiene en esta hora inicial del siglo XXI, la responsabilidad imperiosa e irrecusable, de encontrar la formula que haga de Bolivia un país con vecindad marítima junto a sus hermanos del Pacífico.
 Jorge Siles Salinas
La Paz (Bolivia) mayo 2012

sábado, 21 de junio de 2014

ULTIMA CARTA DE AMOR DE SIMON BOLIVAR A SU PRIMA FANNY

D r. Antonio Dubravcic Luksic
Sucre - Bolivia
Lic. Carlos Luksic Nava (+)
Estocolmo - Suecia


FANNY DERVIEUX DU VILLARD
Simón Bolivar regreso a España luego de la muerte de su esposa y de ahi viajo a París en la primavera de 1804. En el "hotel de los Extranjeros", permanecerá rodeado de amigos, derrochando inifnitas ilusiones y aprendiendo cada día más de la vida.
Al cabo de poco tiempo aparece ante él, ella de cuerpo entero, entre baustismos y enlaces
connubiales llamada "Fanny Lousie Denisse Dervieux du Villard", casada con el cincentón   coronel realista y conde a la vez, Bartolomé Dervieux, mujer de mundo, hija del barón de Trobiand de Kenreden, y pariente lejana de Bolivar por la sangre Aristiguieta.
Fanny, blanquísima mujer de cabellos tirando a rubio oscuro, como lo señalan sus biógrafos, frívola por demás, coqueta,de refinamiento y gracua elegante pese a ser un tato gruesa, la boca fina, los ojos azules aunque el color a veces era variable, sonrosada de piel, de senos rellenos y brazos torneados, el andar lento y sinuoso, por otra parte hábil y encantadoraPara el momento del encuentro Fanny frisaba las 28 primaveras, y a pesar de los múltiples compromisos sociales empezó a intimar con aquel solitario viudo de 20 años. Maestra ideal, fue la mujer que verdaderamente lo despertó en las lides ardientes del amor, en los largos seis meses que acariciaron estos encuentros continuos, aunque por los viajes de conocimiento que debía realizar el futuro Libertador, llegó finalmente el 6 de mayo de 1805, día en que el caraqueño se despidió con ternura de la francesa, obsequiándole en esa oportunidad una sortija, marcada en esta fecha con el grabado imperecedero del recuerdo. 

Querida prima ¿Te extraña que piense en ti al borde del sepulcro? Ha llegado la última hora; tengo al frente el mar Caribe, azul y plata, agitado como mi alma por grandes tempestades; a mi espalda se alza el macizo gigantesco de la sierra con sus viejos picos coronados de nieve impoluta como nuestros ensueños de 1805. Por sobre mí, el cielo más bello de América, la más hermosa sinfonía de colores, el más grandioso derroche de luz. Y tú estás conmigo, porque todos me abandonan; tú estás conmigo en los postreros latidos de la vida, en las últimas fulguraciones de la conciencia. ¡Adiós Fanny! Esta carta, llena de signos vacilantes, la escribe la mano que estrechó las tuyas en las horas del amor, de la esperanza, de la fe. Esta es la letra que iluminó el relámpago de los cañones de Boyacá y Carabobo; esta es la letra escrita del decreto de Trujillo y del mensaje del Congreso de Angostura. ¿No la reconoces, verdad? Yo tampoco la reconocería si la muerte no me señalara con su dedo despiadado la realidad de este supremo instante. Si yo hubiera muerto en un campo de batalla frente al enemigo, te dejaría mi gloria, la gloria que entreví a tu lado en los campos de un sol de primavera. Muero miserable, proscrito, detestado por los mismos que gozaron mis favores, víctima de un inmenso dolor; presa de infinitas amarguras. Te dejo el recuerdo de mis tristezas y lágrimas que no llegarán a verter mis ojos. ¿No es digna de tu grandeza tal ofrenda? Estuviste en mi alma en el peligro, conmigo presidiste los consejos del gobierno, tuyos son mis triunfos y tuyos mis reveses, tuyos son también mi último pensamiento y mi pena final. En las noches galantes del Magdalena vi desfilar mil veces la góndola de Byron por las calles de Venecia, en ella iban grandes bellezas y grandes hermosuras, pero no ibas tú; porque tú flotabas en mi alma mostrada por las níveas castidades. A la hora de los grandes desengaños, a la hora de las últimas congojas apareces ante mis ojos de moribundo con los hechizos de la juventud y de la fortuna; me miras y en tus pupilas arde el fuego de los volcanes; me hablas y en tu voz escucho las dianas de Junín. Adiós, Fanny, todo ha terminado. Juventud, ilusiones, risas y alegrías se hunden en la nada, sólo quedas tú como ilusión serafina señoreando el infinito, dominando la eternidad. Me tocó la misión del relámpago: rasgar un instante las tinieblas, fulgurar apenas sobre el abismo y tornar a perderse en el vacío.
Santa Marta, 6 de diciembre de 1830.

lunes, 16 de septiembre de 2013

PARTICIPACION DEL CUERPO MEDICO DE SUCRE EN LA GUERRA DEL CHACO

Antonio Dubravcic Luksic
1.-ABSTRACTO
Se realiza una exposición de la participación de los Médicos de Sucre en la Guerra del Chaco, se analiza  el estudio que en 1930 Jaime Mendoza, propuso  la recomendación urgente de construir caminos y postas sanitarias en Chuquisaca. Se pone de manifiesto la inquietud del Instituto Médico Sucre, dirigido al Presidente de la República: Dr. Daniel Salamanca ofreciendo sus servicios incondicionales en la sección sanidad.
Fue nombrado  el Dr. Nicolás Ortiz Antelo Director  General de las Brigadas Sanitarias, se organizaron  14, conformadas por 57 médicos, 9 farmacéuticos, 4 dentistas, 20  camilleros, 20 enfermeras 93 alumnos de medicina, 10 alumnos de farmacia.
En fecha 17 de agosto de 1932, emprendieron viaje rumbo al Chaco las dos primeras Brigadas Sanitarias.
En fecha 17 de marzo del 1933, hace 80 años, cerca de 1.000 soldados del “Destacamento 111” partieron de Sucre rumbo a la Guerra del Chaco, de los cuales regresaron menos de 200 . “La proeza del Destacamento 111 fue marchar a la guerra a pie, desde Sucre hasta Villa montes y luego, ingresaron  al frente de batalla”
Entre los  médicos que prestaron servicio durante la campaña, son dignos de mención por su labor sacrificada los siguientes:
DOCTORES: Gerardo Pareja,  David Osio, Bernardo Vaca Guzmán, Raúl Fernández de Córdova, Fernando Lora Barrón, Ricardo Bacherer Gutiérrez,  Emilio Fernández Miranda, Miguel Levy Beckrich, Orosco Padilla Germán, José Aguirre, Ricardo Andrade, Cesar A. Carvajal, José Muñoz,  René Zamora Arrieta. Carlos Morales Ugarte,  Juan Antonio  Osorio, Clovis Urioste Arana, Víctor Samos Daza, José Mostajo Lozano, Cesar Villafán Salamanca, Manuel Gantier Valda, Roberto Marzana León.
ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS Alfredo Calvo Vera, Benigno Valda García, Walter  Echalar Zaballa, Luis Villafani Bravo, Alberto Martínez Zambrana, José María Navarro Paredes, Armando  Quiroga Benavides.
En base a la lista anterior se presenta una biografía de cada uno de los médicos  participantes

2.-GENERALIDADES
Roberto Querejazu Calvo el más autorizado historiador de la Guerra del Chaco, manifiesta que “fue la mayor empresa emprendida por Bolivia durante toda su historia, llegó a movilizar y armar cerca de 200.000 soldados y frente a los gastos  de guerra sin ningún crédito o empréstito extranjero. El Paraguay había ocupado la mayor parte del Chaco, pero en 1935, el ejército boliviano  estuvo más fuerte que nunca”. (Querejazu C. R. “La Guerra del Chaco, pág. 85 Editorial “Los Tiempos” Cochabamba) 
A mediados del mes de julio de 1932, el país fue sorprendido con la  inesperada noticia, que el Paraguay, rompiendo todos los compromisos y pactos se lanzaba a la guerra para conquistar el territorio de Chaco Boliviano. La virtual declaratoria de guerra, propalada a viva voz por el Presidente Daniel Salamanca, desde los balcones del Palacio de Gobierno el 19 de julio de 1932, pidiendo a la población:   “todo el sacrificio necesario, no solo de dinero, sino la vida misma y todos los demás sacrificios” .
(Villamor Michel, La Guerra del Chaco; Portal del Archivo y Biblioteca virtual www.eeadv.info),  
revelaron con absoluta claridad la intención de su gobierno de pisar fuerte en el Chaco, vale decir sentar soberanía en el total del territorio chaqueño, en su mayoría carente de servicios básicos e inclusive población.9
Con  admirable intuición Jaime Mendoza – que no fue partidario de la guerra- escribió, en enero de 1930, un artículo, aconsejando con carácter urgente, la importancia trascendental de estudiar las condiciones de salubridad por las zonas  de acuerdo al  trazado  que se hizo de la carretera que conducirá al Chaco, J. Mendoza manifestó: “Creo, pues, llegada la ocasión de emprender estudios de salubridad en el departamento de Chuquisaca, fronterizo con el Chaco. Hace más de un año, que a raíz de los incidentes de 1928 con el Paraguay, propuse al Instituto Médico Sucre, destacar de su seno, buscando  la ayuda del gobierno, una comisión médica que fuese a estudiar las características sanitarias  del trayecto que deben seguir el ejercito al ir al Chaco” .Añadía, “Insisto, Si no se puede hacer el estudio sanitario de todo el departamento de Chuquisaca, hágaselo siquiera de las provincias que están en el camino al Chaco 4
 ( Balcazar J.Ml. Historia de la Medicina en Bolivia “Sanidad Militar” pág. 577. Ediciones Juventud La Paz 1956).

 El Instituto Médico “Sucre”, fundado en el año de 1895, dando pruebas palpables de su civismo, jugó un papel importante durante la campaña del Chaco. El Directorio de la Institución convocó a una Reunión Extraordinaria de Socios, poniendo a disposición del Supremo Gobierno sus servicios, conformé reza el telegrama múltiple enviado al Señor Presidente de la República
Dr. Daniel Salamanca, al Ministro de Guerra y al Estado Mayor, que a la letra dice: “Sucre 20 de julio 1932…Instituto Médico que presido acordó ponerse a disposición autoridades militares en actual conflicto, ofreciendo sus servicios incondicionalmente  en la sección sanidad o en cualquier otra en la que puedan ser aprovechados. (Fdo) E. Osorio Presidente”. 3 – 9
Dubravcic L.A. “la Guerra del Chaco” Reseña histórica del Instituto Médico Sucre,      Revista del Instituto Medico Sucre LXX, 125 (17) 2005)


El Presidente de la República Dr. Daniel Salamanca,  contestó a ese telegrama con  el siguiente texto: “Presidente Instituto Médico, Intermedio su persona agradezco y felicito en nombre de la patria al Instituto Médico, por su generoso y patriótico ofrecimiento, del cual haremos uso en bien de los defensores de la integridad de la Nación. Atentamente (Fdo.) Salamanca Pres República”.3 –9

Durante la Guerra del Chaco intervinieron cientos de profesionales médicos, odontólogos, farmacéuticos, enfermeras, auxiliares, monjas sanitarias y personal de apoyo cuya labor no solamente se redujo a cumplir su obligación en el campo de la salud, si no que pasó en varias ocasiones al terreno de las acciones heroicas, en la misma línea de fuego.



El  día 26 de julio de 1932 el Instituto Médico Sucre, convocó a todo el Cuerpo Médico de Sucre, a una Asamblea General, con el objeto de brindar todo su apoyo al Gobierno Nacional . El mismo día se envió un telegrama al Ministro de Guerra, dando a conocer la comisión encargada de organizar la sanidad militar se hallaba integrada  por el Dr. Ezequiel Osorio Presidente, Drs. Nicolás Ortiz, Aniceto Solares, Jaime Mendoza,  Leónidas Tardío y Roberto Landivar.

El Dr. Nicolás Ortiz fue  nombrado Director General de las Brigadas Sanitarias, cada una de ellas estuvo constituida por un Jefe Médico o Cirujano; Se formaron en total 14 brigadas.
El personal de las Brigadas se hallaba conformado   por 14 médicos responsables, quienes tenían a su mando 57 médicos, 9 farmacéuticos, 4 dentistas, 20  camilleros, 20 enfermeras, 93 alumnos de medicina, 10 alumnos de farmacia.9 En fecha 17 de agosto de 1932 en horas de la mañana emprendieron viaje rumbo al Chaco las dos primeras brigadas sanitarias constituidas de la siguiente forma:
Teniente Coronel  Dr. Ezequiel Osorio, Dr. Aniceto Solares Llano, Dr. Manuel Leónidas Tardío, Dr. Armando Solares Arroyo.
Mayor Dr. Medardo Navarro, Dr. Julio C. Fortún, Dr. Nemesio Torres, Dr. José Mostajo.
Capitán Dr. José Rangel, Dr. Eduardo Paravicini (Farmacéutico)
 Sub Teniente Practicante Sr. Luís Villafani, Sr. Walter Echalar; Sr. Luís Pereira, Sr. Alfredo Quiroga, Sr. Néstor Valdez, Sr. Carlos Nava Morales.
Soldado: Sr. Eduardo Rivero
Enfermeras: Nena Corz, Isabel Aldana, Herminia León, Constantina Melgarejo, Isabel Taboada, Hortensia Nava Ruiz, Carmen Daza. El envío de las subsiguientes brigadas  lo hicieron cada 10 días. El  contingente sanitario enviado por Sucre fue grande, según datos oficiales registrados en la Revista del IMS, el departamento de Chuquisaca ha contribuido con un 50% a la formación de la Sanidad Militar total de la República.

Destacamento 111 cumple 80 años de partida al Chaco 8;
Calvo Ayaviri G. A los 77 años de la Guerra del Chaco – 1932-2009 Imprenta Imag Sucre 2009

Hace 80 años,  cerca de 1.000 soldados del “Destacamento 111” partieron de Sucre rumbo a la Guerra del Chaco, de los cuales regresaron menos de 200.  La proeza del Destacamento 111 fue marchar a la guerra a pie, desde Sucre hasta Villa montes y luego, ingresaron  al frente de batalla.13

 La mañana del 17 de marzo de 1933, el millar de soldados chuquisaqueños partió desde plaza 25 de Mayo. Quienes fueron despedidos por padres, madres, hermanos, tíos, novias y amigos, a los que muchos no volvieron a ver. ." En esa ocasión, se interpreto  la cueca "Destacamento 111 "que es cantada con mucho sentimiento por los componentes del regimiento: “Bravo soldado chuquisaqueño, en tu divisa pecho de bronce van los tres unos del ciento once…”.11
“Destacamento 111” cumple 80 años de la partida al Chaco –Crónica Correo del  Sur http://correodelsur.com/2013/03/16/2.php

Los soldados tardaron más de 40 días para llegar al lugar de combate, donde además de enfrentarse al enemigo tuvieron que lidiar con las altas temperaturas que reinaban en el Chaco boreal.

Entre los muchísimos médicos que prestaron servicio durante la campaña, son dignos de mención por el papel destacado que les cupo tomar, por su labor sacrificada y por la permanencia prolongada en el campo de operaciones:
DOCTORES: Gerardo Pareja,  David Osio, Bernardo Vaca Guzmán, Luis Bottani, Raúl Fernández de Córdova, Fernando Lora Barrón, Ricardo Bacherer Gutiérrez,  Emilio Fernández Miranda, Miguel Levy Beckrich, Orosco Padilla Germán, José Aguirre, Ricardo Andrade, Cesar A. Carvajal, José Muñoz,  René Zamora Arrieta. Carlos Morales Ugarte,  Juan Antonio  Osorio, Clovis Urioste Arana, Víctor Samos Daza, José Mostajo Lozano, Cesar Villafán Salamanca, Manuel Gantier Valda, Roberto Marzana León 3,18
 ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS Alfredo Calvo Vera, Benigno Valda García, Walter  Echalar Zaballa, Luis Villafani Bravo, Alberto Martínez Zambrana, José Maria Navarro Paredes, Armando  Quiroga Benavides, Sr. Luís Pereira, Sr. Alfredo Quiroga, Sr. Néstor Valdez, Sr. Carlos Nava Morales.
Durante el lapso de tiempo, transcurrido desde el 17 de agosto de 1932  hasta el mes de diciembre de 1934, el Dr. Nicolás Ortiz  ha atendido con esmero y dedicación, demostrando verdadero patriotismo, todos los asuntos referentes a la Sanidad Militar y a la movilización de médicos enfermeras y sanitarios. Junto con ellos, los estudiantes de cursos superiores de la Facultad de medicina que fueron  incorporados a la Sanidad Militar.3

Cuando se declaró el conflicto, prácticamente no existía una Sanidad Militar. No contaba el Ejército con ningún hospital en la zona de operaciones, excepto el de Villa montes  que al iniciarse la contienda no formaba parte de dicha zona, pues estaba situado a centenares de kilómetros de aquella. Las unidades militares contaban  como en todo tiempo, con un cirujano y uno o dos enfermeros. 4

Un año, por lo menos desde el estallido de la guerra, se tardo en organizar eficientemente la Sanidad Militar en Campaña, en cierto momento la Sanidad Militar estuvo a punto de sufrir una crisis. En forma inconsulta había dos jefes, uno en  la zona de operaciones y otro en la retaguardia y varios inspectores sin una misión específica. Todo ello, a pesar de la unción patriótica con la que trabajaban los profesionales de la salud, sin reclamar grados, ascensos o destinos especiales.

Muchos hospitales puestos de socorro y brigadas móviles de medicina, cirugía y especialidades, se  mantuvieron al alcance de los combatientes, principalmente para los tuberculosos y palúdicos. La Revista de Sanidad Militar, manifiesta en una  estadística de 1936, que fueron 120 los nosocomios y puestos de socorro  brindaron la atención sanitaria. Fueron 14.125 enfermos y 4.936 heridos, o sea un total de 19.067, cifras limitadas que nada dicen en realidad de los estragos que hizo la guerra 4,7

3.-EPIDEMIAS Y PRINCIPALES ENFERMEDADES

Algunas enfermedades en particular merecen un estudio detenido, por su presencia con caracteres endémicos o epidémicos, describiremos aquellas que tuvieron  mayor incidencia durante la Guerra del Chaco:

 A) Paludismo: Indudablemente, es  la enfermedad más conocida y más antigua en el país, y la más extendida en el territorio nacional. Algunas  zonas no palúdicas como la del Chaco, resultaron nuevos focos endémicos, los contingentes militares pasaron obligatoriamente por regiones palúdicas como Tarija y Entre Ríos, ninguna  medida profiláctica se había tomado para evitar la paludización  de las tropas, llegaron a la zona de operaciones  con el paludismo  pronto a estallar , desde el comienzo de la contienda bélica, un enorme porcentaje de  combatientes, fueron víctimas no solo del paludismo sino también de enfermedades infecto-contagiosas. Se tuvo que sufrir los estragos de esa falta de previsión, se fundó un hospital con 300 camas en Tarija, para atender  a los portadores del mal, a decir de Balcázar, en la proporción gigantesca del 70%. 4

B) Tifus Exantemático, es otra de las enfermedades, que por su endemicidad, su constante propagación se presentó en el Chaco, como lo confirma una publicación  de La Razón de La Paz (16 de marzo de 1933), donde se da a conocer  la noticia de la propagación rápida del Tifus exantemático. Habiendo producido  200 casos comprobados, en vista  del peligro que esa grave epidemia  significa para la población, las autoridades han adoptado las medidas sanitarias.

C) Afecciones pulmonares.- El crudo invierno  de 1933, sorprendió con bajas temperaturas en las trincheras. La Bronconeumonía, la  bronquitis gripal ocasionaron muchas bajas en el ejército. También se debe mencionar el  peligro de la fiebre tifoidea, el cólera y la disentería.
D) Enfermedades venéreas. En vista  de que  durante la Campaña del Chaco  no se tomaron las medidas preventivas, se constató un incremento de estas enfermedades, tuvo que crearse hospitales exclusivamente  para el tratamiento de las enfermedades venéreas. La creación de una “brigada” de meretrices, que recorría fortines y puestos de concentración o descanso de las tropas, brindando un placer sexual, garantizado por el Comando Supremo, resultó contraproducente, contribuyendo a la mayor difusión de dichas enfermedades. La que mayor incidencia tuvo durante la Guerra del  Chaco fue la Blenorragia o Gonorrea, al principio todos los pacientes fueron evacuados a hospitales de retaguardia (Villa montes, Tarija) para someterlos al tratamiento en base a instilaciones uretrales de Nitrato de plata, (No se conocía en Bolivia la Penicilina), se incremento tanto el número de  enfermos para ser evacuados, que  el Comando General de Sanidad dispuso que ese tratamiento se aplique en  el frente de batalla en otras palabras al pie del cañón. Esas instilaciones de nitrato de plata al cabo de 30 a 40 años originaron estrechez fibrosa de la uretra. Tanto  en mi consultorio como en el hospital “Jaime Mendoza” dependiente de la Caja Nacional, atendí a esos pacientes, realizando las dilataciones uretrales. Oportunidad que muchos de ellos me comentaron que ni siquiera tuvieron el placer de compartir con una mujer, para lograr la evacuación a las líneas de reserva,  con un fosforito se inoculaban la secreción.

4.-NOMINA DE MEDICOS CHUQUISAQUEÑOS QUE PARTICIPARON EN LA GUERRA DEL  CHACO

NICOLÁS ORTIZ ANTELO
(Santa Cruz 1857 –Sucre 1936)

Distinguido médico boliviano, fue designado “Maestro de la Juventud”, hombre de ciencia que investigó la etiología de la Fiebre Amarilla En 1887, recorrió las candentes arenas del Chaco Boliviano, integrando la expedición Thouar, el Dr. Ortíz describió dos especies de Coleópteros, en su  honor la Academia de Medicina de París denominó: “Piróforos y Neupactus Ortici”, también  descubrió la existencia de la variedad selvática de la Fiebre Amarilla, cuya entidad nosológica no era conocida y su existencia se ignoraba en nuestro país.

Cuando estallo la Guerra del Chaco, el Dr. Ortiz se presentó al Ejército, para ser movilizado a la zona de contienda bélica pero  no fue aceptado  por haber   sobrepasado la edad, entonces se brindó a organizar 14 brigadas Sanitarias que partieron de Sucre destino a la Campaña del  Chaco. 
El Supremo Gobierno de la Nación confirió al Dr. Ortíz “El  Cóndor de los Andes” en el Grado de Comendador, a poco tiempo de recibir la misma falleció. La H. Alcaldía Municipal de Sucre dispuso nominar una calle con el nombre de Nicolás Ortiz, también una escuela lleva su nombre. En Yotala el hospital fue designado Dr. Nicolás Ortiz Antelo. En Portachuelo una escuela tiene el nombre de Dr. Nicolás Ortiz

ANICETO SOLARES LLANO
(Sucre 1886 – 1872)  
Destacado médico oftalmólogo, hombre público con mucha sensibilidad social, dotado de una exquisita cultura humanística. Durante la campaña del Chaco se alisto en la primera brigada Sanitaria que partió hacia la campaña del Chaco. Su jerarquía médica determinó  su designación como Director del hospital Militar de Tarija, hizo un vehemente llamado a las autoridades para que envíen suficiente cantidad de quinina para combatir los numerosos casos de paludismo que se habían presentado.
 Posteriormente, el 4 de Junio de 1933 el gobierno de la nación hace conocer que se ha adquirido la maquinaria necesaria para la producción de quinina 6
 En 1946 fue nombrado Maestro de la Juventud Boliviana. En 1966 el Gobierno de la nación le confirió la Condecoración del “Cóndor de los Andes”, en el grado de comendador. Por su parte la H. Alcaldía Municipal de la ciudad de Sucre, por intermedio de una Ordenanza Municipal dispuso que una calle de la ciudad de Sucre, se denomina Dr. Aniceto Solares.

JAIME MENDOZA GONZALES
(Sucre, 1874 – 1939)
Ilustre ciudadano boliviano, sobresalió como médico psiquiatra, historiador, realizó importantes publicaciones sobre geopolítica, novelista, galardonado como poeta.
Recorrió todo el territorio del Chaco, hasta la frontera con el Paraguay, en sus trabajos de geopolítica  recomendó la vertebración del país con caminos  y la construcción de puestos sanitarios en el Departamento de Chuquisaca para defender el Chaco, anticipándose a la contienda bélica con el Paraguay. Defendió los derechos de Bolivia sobre el Chaco Boreal (aunque  los políticos dieron sentido bélico a su consigna de “pisar fuerte en el Chaco”.
El Dr. Jaime Mendoza ha recibido diferentes homenajes. En Uncía, un Colegio lleva su nombre. El Gobierno Nacional ha dispuesto la nominación de una carretera trasversal Jaime Mendoza que partiendo de Oruro, Uncía, Sucre y el Chaco. En la ciudad de Sucre una avenida importante lleva el nombre de Jaime Mendoza, lo mismo un Kindergarten.

EZEQUIEL LEOPOLDO OSORIO TÉLLEZ
(Sucre 1888 – 1952)
Prestigioso médico chuquisaqueño, poseedor de una amplia cultura humanística. Fue invitado por Simón I. Patiño, a Paris, para  desempeñarse como secretario privado.
Durante  la Guerra del Chaco fue nombrado Inspector  de Sanidad. En vista   de haber demostrado capacidad y responsabilidad en el desempeño de sus funciones, fue ascendido al grado de Coronel de Sanidad, desempeñó  las funciones de  Jefe de Sanidad Militar en el hospital de Villa montes.3 – 12


MANUEL GERARDO PAREJA
(Potosí 1892 – Santiago de Chile 1937)
Se distinguió por poseer una habilidad quirúrgica innata, autodidacta, se formó como cirujano.
En la Campaña del Chaco, se desempeño como cirujano del 2º Cuerpo de Ejército, recibió la Condecoración “Medalla de Guerra”, fue ascendido al grado de Coronel. Finalizada la acción bélica del Chaco, cuando retornó  a Sucre, fue nombrado Director  Departamental de Sanidad. Culmino su carrera Universitaria, desempeñando las funciones de Rector de la Universidad de Chuquisaca.


FERNANDO LORA BARRÓN
(Sucre 1907 – 1995)
Fue el pionero en incorporar en la práctica de la medicina los análisis de Laboratorio Clínico.
Su solida formación cristiana determinó la  creación de varios dispensarios de salud, dependientes de la Iglesia Católica, para la atención de pacientes de escasos recursos económicos.
En su calidad de médico luchó en el “infierno verde” contra entidades patológicas  que no se habían mencionado en su profesionalización. Después de la caída de Boquerón juntamente con  730 valientes, cuyos nombres han sido registrados en la defensa del “kilometro 7”. Permaneció en la zona de hostilidades durante tres años, hasta el mes de septiembre  de 1933, fue ascendido al grado de Capitán, recibió las condecoraciones en el Grado de Caballero y la Medalla de Guerra.
RICARDO BACHERER GUTIÉRREZ
(Sucre 1906 – 1978)
Considerado como uno de los mejores cirujanos de su época. Católico de convicción, realizó una importante obra de bien social, destacándose la creación de varios Dispensarios Médicos dependientes de la Iglesia Católica. Durante la Guerra del Chaco fue movilizado con el grado de Capitán de Sanidad, desempeñó las funciones de cirujano en varios  regimientos, en vista de su dedicación y capacidad profesional.
Fue nombrado Director del Hospital Militar de Villa montes, finalizada la contienda bélica fue trasladado  como cirujano al Hospital Militar Central de La Paz., recibió dos condecoraciones al Mérito Militar. Tomando en cuenta   la obra en beneficio de los pacientes de escasos recursos, la H. Alcaldía Municipal dispuso la nominación de una calle: Dr. Ricardo Bacherer. El edificio de la Facultad de Medicina se denomina Dr. Ricardo Bacherer.En Tarabuco el hospital lleva su nombre

MANUEL ARTURO GANTIER VALDA
(Sucre 1902 – 1989)
Se destacó por su espíritu altruista y humanitario, recorrió gran parte del territorio boliviano, brindando atención médica a la gente de escasos recursos.
En la ciudad de Sucre, fue nombrado médico del Regimiento 2º de Infantería, cuando desempeñaba esas funciones  se declaró la Guerra del Chaco, fue movilizado hacia la zona del conflicto bélico, permaneció durante cuatro años. Terminada la Guerra, en vista de que tardó en llegar la orden de desmovilización, se ofreció para conducir una Compañía Disciplinaria integrada por soldados castigados, la travesía se realizó a lomo de bestia durante 14 días. El Dr. Gantier permaneció en Fortín Campero durante seis meses, hasta que recibió la orden de desmovilización.

CLOVIS URIOSTE ARANA
(Sucre 1888 – 1948)
Distinguido médico cirujano y odontólogo, se destaco por su ingenio y habilidad quirúrgica durante la guerra del Chaco. Se presentó como voluntario, fue nombrado Director del Hospital Militar del fortín Ballívian.
 Cabe mencionar un hecho singular del Dr. Urioste, durante la campaña el cabo N. Nuñez presentó  un hundimiento de cráneo, requiriendo una trepanación de urgencia y la colocación de una pieza de platino, como fue imposible  conseguir el platino, el Dr. Urioste construyó una placa de “Vikers”, material del que estaban fabricadas las cantimploras que utilizaban los soldados.

 Lo anecdótico de este relato, es que el Cabo Nuñez después de 20 años y para sorpresa de los descendientes del D. Urioste, relató lo ocurrido el Fortín Ballivian en 1933 y que aún conservaba esa placa  porque no aceptó la colocación de otra placa. En 1934 el Dr. Urioste viajó Sucre en uso de una licencia, pero lamentablemente, inmediatamente tuvo  que retornar al Fortín  Ballivian, por que su hijo Eduardo de 17 años estuvo gravemente herido.

MEDARDO NAVARRO VALVERDE
(Sucre 1894 – 1967)
En el transcurso de su vida profesional se constituyo en un ejemplo de honestidad y abnegación en la atención de sus pacientes, proporcionando gratuitamente  medicamentos a sus pacientes de escasos recursos.
Cuando se produjo el conflicto bélico en el Chaco, el Dr. Navarro fue movilizado en fecha 17 de  agosto, con destino al Chaco con el grado de Mayor, integrando la primera brigada sanitaria. Terminada la Guerra fue declarado Benemérito, fue ascendido al grado de Coronel de Sanidad.


JULIO C. FORTÚN CASO
(Sucre 1898 – 1957)
La enseñanza de la Anatomía fue la actividad que distinguió al Dr. Fortún, cuyas clases magistrales  fueron agradables y llenas de humanismo. 
Durante la Campaña del Chaco fue incorporado como cirujano  divisionario en Platanillos y en otros centros, hasta llegar a Villa montes, centro de operaciones del ejército boliviano, habiendo permanecido en el teatro de la guerra tres años. Al final del conflicto, recibió las condecoraciones al  mérito militar, la medalla de guerra, fue ascendido al grado de Teniente Coronel de Sanidad. En reconocimiento a su labor como  médico la H. Alcaldía Municipal de Sucre, por intermedio de una ordenanza municipal, dispuso la nominación de una calle Dr. Julio C. Fortún.

RAÚL FERNÁNDEZ DE CÓRDOVA NAVA
(Sucre 1898 – 1972)
Dedicado a divulgar y aplicar los conocimientos de la Clínica Médica, considerado como uno de los mejores clínicos de su época, empeñado en combatir el paludismo.
En el transcurso de la Guerra del Chaco desempeño las funciones de cirujano de Regimiento, posteriormente fue nombrado Jefe de los Servicios Clínicos de los hospitales de campaña, ingreso a la contienda bélica con el grado  de Capitán de Sanidad, al terminar la misma fue ascendido al grado de Teniente Coronel, en reconocimiento a su eficiente trabajo fue condecorado con la Medalla de Guerra y Medalla al Mérito Militar, fue designado Jefe de la zona militar del Distrito de Oruro y Director del Hospital Militar.
En mérito al trabajo desarrollado como Director del Hospital Santa Bárbara, la H. Alcaldía Municipal, ha emitido una ordenanza disponiendo la nominación de una calle “Dr. Raúl Fernández de Córdova”.

CLAUDIO CALDERÓN MENDOZA
(Sucre 1882 – La Paz 1964)
Se consagro a la cirugía, generó una escuela de formación de cirujanos. Fue el promotor para la construcción del Hospital Obrero, dependiente de la CNSS en la ciudad de La Paz. Después de realizar cursos  de post grado en cirugía en Europa, fijo su residencia en Buenos Aires.
 Cuando estalló la Guerra contra el Paraguay, se  incorporó al Ejército Nacional organizando brigadas sanitarias integradas por médicos y estudiantes bolivianos residentes en la Argentina, en esa oportunidad  trajo consigo  instrumental quirúrgico para instalar el Hospital Militar de Villa montes, que le correspondió organizar y  dirigir, constituyendo el centro más importante para la atención de heridos y enfermos evacuados de la línea de combate. Logró el apoyo de las Siervas de María para el trabajo de enfermería  que llegaron desde Buenos Aires. Terminada la contienda bélica el Dr. Claudio Calderón se instaló en La Paz, fue nombrado Director del Hospital Militar Central.

BERNARDO VACA GUZMÁN BARRANCO
(Sucre 1902 – Chocaya, Potosí 1943)
Su mayor actividad profesional fue desarrollada como médico militar durante la Guerra del Chaco, cumpliendo con su deber patriótico se enrolo en el ejército, desempeñando diferentes funciones en la Sanidad Militar, primero como Médico de Regimiento, luego fue transferido como médico del puesto de socorro, posteriormente tomando en cuenta su capacidad, interés y buena voluntad, fue designado Médico de la División, finalmente le encomendaron las funciones de Secretario de la  Dirección de Sanidad en Campaña.
ARMANDO SOLARES ARROYO
(Sucre 1892 – 1967)
Fundador de los servicios de Otorrinolaringología y Oftalmología en la ciudad de Sucre, organizó los servicios de especialidades  en campaña, durante la Guerra del Chaco. Fundador del Hospital Militar  de Villa montes, en la zona  de operaciones bélicas fue ascendido al grado de Coronel de Sanidad.



 ANASTASIO PARAVICINI CALVIMONTES
(Sucre 1882 – 1957)
Distinguido patricio chuquisaqueño, de brillante trayectoria en la profesión médica.
Se incorporó al Ejército Boliviano, participando en la campaña del Chaco con el grado de Teniente Coronel de Sanidad, realizando importantes intervenciones quirúrgicas, fue nombrado Director del Hospital Militar de Tarija, en reconocimiento a sus eminentes servicios prestado, el Gobierno de la Nación le confirió la Condecoración del “Cóndor de los Andes”, en el grado de Comendador. La Alcaldía Municipal de Sucre, dispuso la nominación de una calle con el nombre de Anastasio Paravicini.

EMILIO FERNÁNDEZ MIRANDA
(Sucre 1902 – La Paz 1973)
Un hombre polifacético, pionero en la creación de la Caja Nacional de Salud en Sucre, eminente catedrático de Anatomía, incursionó en política, se postuló como Diputado Nacional de Sucre por el Partido de la Izquierda Revolucionaria.
En la Guerra del Chaco se incorporó a la Sanidad Militar. Formó parte de los defensores del Fortín Saavedra, dignos camarada de los héroes de Boquerón. La consigna de “no pasaran se cumplía estoicamente”. Germán Busch, haciendo incursiones de gran audacia en la retaguarda enemiga del camino Saavedra-Alihuata, era el portador de la antorcha del heroísmo.

JOSÉ MOSTAJO LOZANO
(Sucre 1901 – 1964)
Profesional médico, preclara figura de la cirugía boliviana, dotado de un amplio espíritu humanitario, en la atención a los pacientes de escasos recursos. Cuando recibió el título de Doctor en Medicina y Cirugía, se trasladó a la ciudad de Buenos Aires, para realizar  cursos de especialización en Cirugía General en el Servicio del Profesor Dr. Ricardo Finochietto.
A su retorno al país,  durante la Guerra del Chaco, se incorporó al Ejército Nacional, desempeñando importantes funciones como cirujano militar en diferentes hospitales. Desde 1947 fue cirujano  Jefe de la Sala Cirugía Varones. El pueblo de Sucre  en reconocimiento a su labor humanitaria en la atención a pacientes de escasos recursos, le han erigido un busto en el primer patio del hospital “Santa Bárbara”. La H. Alcaldía Municipal dispuso la nominación de una calle “Dr. José Mostajo”.

HILARIÓN CAMARGO LANZA
(Sucre 1909 – Cochabamba1992)
Realizó sus estudios universitarios en la Facultad de Medicina de Sucre, de actuación relevante en la Guerra del Chaco. Interrumpió estudios de medicina para ingresar como Sanitario de Primera Línea en Destacamento Moscoso, Saavedra y Muñoz. En un testimonio el Dr. Camargo relata lo siguiente: “La víspera de la Navidad en Muñoz fue sorprendida la alegría de un falso anuncio de Tregua, al contrario, arreció el bombardeo; estalló una bomba sobre el puente “Pahuichi” del General Kundt ya ausente, decapitando al estafeta; otros proyectiles cayeron sobre la Sanidad hiriendo y quemando a muchos heridos”.
Tuvo actuación heroica en Alihuatá cuando cercado su Regimiento por tropas envolventes paraguayas logró salir y salvar a innumerable tropa mediante la ayuda de un pequeño nativo mataco, se permitió luego un contraataque victorioso. Ascendido a Sub Oficial con medalla en el Campo de batalla y reconocimiento posterior de Benemérito con medalla al Mérito.
Egresó en Sucre el año de 1940 iniciando actividad profesional en Zudáñez, Vila Vila, en FC del valle a Santa Cruz.
En Cochabamba atendió en el Lazareto”, Psiquiatría. En 1950 fue Médico de Guardia del hospital “Viedma”, cirujano de la  CBF y de la empresa “MacoPanPacific” hasta su Jubilación 1981.

ROBERTO MARZANA LEÓN
(Tarabuco, Chuquisaca 1903 – Sucre 1994)
Profesional médico. Trabajo como epidemiólogo planificando campañas de vacunación contra diferentes epidemias en el departamento de Chuquisaca.
Durante la Guerra del Chaco, se alistó en la Sanidad Militar del Ejército Boliviana, tuvo una destacada actuación en  diferentes puestos sanitarios. Efectuada la desmovilización retornó a la ciudad de Sucre, fue nombrado Jefe del Servicio Especial de profilaxis de la División de Endemias rurales y enfermedades transmisibles.

5.-PARTICIPACION DE ESTUDIANTES DE MEDICINA DE SUCRE EN LA CAMPAÑA DEL CHACO

ALFREDO CALVO VERA
(Potosí  1908 – Sucre 2002)
Un hombre polifacético, médico cirujano, desempeñó cargos jerárquicos  en la Sanidad. Ingreso a la Universidad de San Francisco Xavier para estudiar medicina, cuando cursaba el quinto año de la Facultad (1932) fue movilizado al campo de batalla en la Guerra del Chaco, trabajo intensamente  en los puestos quirúrgicos en campaña de San Francisco, Tarairí y Villa montes. Un accidente grave la comprometió una de las articulaciones de la rodilla, fue evacuado a la ciudad de La Paz al hospital  de Reparación y Ortopedia, dependiente del Banco Central, que atendía a los  heridos e inválidos de la guerra. Presentó una grave complicación la presencia de osteoartritis en la rodilla izquierda que determino una larga permanencia en ese hospital. En 1936, reinicio sus estudios de medicina, en 1938 prestó su juramento de ley para optar el título de Doctor en Medicina y Cirugía. Falleció a la edad de 93 años.

WALTER ECHALAR ZABALLA
(Sucre 1907 – 1982)
Médico internista especializado  en Endocrinología, poseedor de una exquisita cultura humanística, dotado de un excelente sentido del humor. Cursaba sus estudios en la Facultad de Medicina de Sucre, en fecha  17 de agosto de  1932, fue movilizado  en su calidad de practicante  a la Guerra del Chaco, en la Primera Brigada Médica, bajo la dirección del Dr. Ezequiel Osorio. En la amargura de la impotencia  por salvar una vida, vio que quedaron bajo las cruces de madera, muchos compañeros de lucha y amigos  que ya no volverían a su hogar.
En mérito a su capacidad demostrada en la Campaña del Chaco, recibió el grado de Capitán del Sanidad del Ejército Boliviano, habiendo sido declarado Benemérito de la Patria. Un homenaje del pueblo de Sucre, ha erigido un busto en el primer patio del Hospital Santa Bárbara

BENIGNO VALDA GARCÍA
(Sucre 1911 – 1996)
Fue un eximio cirujano, de prestigio nacional, dotado de una habilidad y destreza para realizar las intervenciones quirúrgicas. Poseía una recia personalidad que ha determinado que desempeñe cargos jerárquicos en la Universidad.
Cuando se declaró  la Guerra del Chaco, fue movilizado en su calidad de estudiante de la Facultad de Medicina. Trabajó como ayudante de cirugía, bajo la dirección del eminente cirujano Dr. Daniel Bilbao Rioja, lo que determinó su inclinación por esa especialidad. Durante su  permanencia en la campaña tuvo una actuación destacada, habiendo recibido la Condecoración “Medalla de Guerra” y “La Estrella de Hierro”

LUIS VILLAFANI BRAVO
(Sucre 1910 – 1991)
Fue  un catedrático que dio ejemplo de rectitud, dedicación a la juventud y un ciudadano de conducta intachable. Durante la Guerra contra el Paraguay, mientras realizaba sus estudios en la Facultad de Medicina de Sucre, fue movilizado, e incorporado al Regimiento Chuquisaca, realizó un importante  trabajo en la Sanidad Militar, allí nació  su vocación por la Ortopedia y Traumatología, el Estado Mayor del Ejército Boliviano en reconocimiento  de su trabajo, le confirió la Condecoración “Medalla de Guerra”  y la Declaración de Benemérito de la Patria. En 1936, obtuvo el título de Doctor en Medicina y Cirugía.

ALBERTO MARTÍNEZ ZAMBRANA
(Potosí…? – Sucre 1978)
Un hombre dotado de una personalidad polifacética, médico psiquiatra, impulso en Sucre el arte escénico y fue aficionado a la tauromaquia.
En el año de 1932 ingresó a la Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca, para estudiar medicina, año en que se declaró la Guerra del Chaco, el 20 de enero de 1933, fue movilizado  hacia la zona del conflicto bélico, fue tomando prisionero de guerra, fue liberado al finalizar la campaña bélica, a su retorno a Sucre, reinició sus estudios hasta culminar  con su carrera universitaria.

6.-CONCLUSIONES.-
Los servicios de sanidad cumplieron abnegadamente sus responsabilidades curando enfermos y heridos, y  casos desesperados terminales, en los que no  había que esperar nada más que la muerte, cumplieron también acompañando a enfermos  y heridos en el tránsito de la vida hacia la  muerte, para que tengan una muerte digna  como diría la Madre Teresa de Calcuta. 

De la  Guerra del Chaco, se puede   sacar una conclusión alentadora en medio de la tragedia, por primera vez indios, mestizos y blancos vistieron  el mismo uniforme y actuaron con un solo objetivo: defender Bolivia…luego de tres años salieron   del escenario bélico con una nueva mentalidad; allí nació el sentimiento nacionalista y el hombre nuevo boliviano.

 A todos los integrantes de los servicios de salud, médicos, dentistas, farmacéuticos, enfermeras, auxiliares, camilleros, etc., que fueron a las arenas del Chaco, al infierno verde, a curar, rindo mi más sentido homenaje. Dios los bendiga.  

A los hombres de blanco que pisaron las arenas del Chaco, en su mayoría con pocas excepciones, fueron mis catedráticos en la Facultad de Medicina de Sucre, ellos nunca relataron sus vivencias en el  infierno verde, mostrando pena y tristeza, se les hacia un nudo en la   garganta. Paz en la tumba fría de  mis maestros

7.-REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
1.- Querejazu C., R. “Masamaclay” Historia política, diplomática y militar de la Guerra del Chaco, Segunda Edición, Editorial Los amigos del Libro Cochabamba 1975.
2.- Querejazu C. R. “La Guerra del Chaco, pág. 85 Editorial “Los Tiempos” Cochabamba
3.- Dubravcic L.A. “la Guerra del Chaco” Reseña histórica del Instituto Médico Sucre,
     Revista del Instituto Medico Sucre LXX, 125 (17) 2005
4.- Balcazar J.Ml. Historia de la Medicina en Bolivia “Sanidad Militar” pág. 577. Ediciones Juventud La Paz 1956
5.- Velázquez Espejo D.A. Otra guerra del Chaco? Bolivia lo mejor que tenemos http://boliviateamo.blogspot.com/2012/09/otra-guerra-del-chaco.html
6.- Céspedes G.Gerardo Apuntes sobre la historia de la medicina en la Guerra del Chaco
Archivos Bolivianos de Medicina Vol. 11; 1, enero- diciembre 2005
7.- Cornejo B. Gastón, Aspectos históricos de la medicina durante la Guerra del Chaco (1932 – 1935) Archivos bolivianos de historia de la medicina Vol2 Nº 2 Julio – diciembre 1996, pág. 169
8.- Calvo Ayaviri G. A los 77 años de la Guerra del Chaco – 1932-2009
Imprenta Imag Sucre 2009
9.- Villamor Michel, La Guerra del Chaco; Portal del Archivo y Biblioteca virtual www.eeadv.info
10) Archivos y Documentos de la Facultad de Medicina de Sucre
11) “Destacamento 111” cumple 80 años de la partida al Chaco –Crónica Correo del  Sur http://correodelsur.com/2013/03/16/2.php
12) Barnadas J.M. y col “Diccionario Histórico de Bolivia” T.II:199, Edit. Túpac Katari Sucre 2002
18) Tejerina M.A. “Labor del médico militar en tiempos de paz y de guerra” Revista Militar febrero 1933
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